No es difícil encontrar a dobles de actores famosos, desde aquellos que se dejan ver por las calles de Hollywood para que los fans se saquen fotografías con ellos hasta los que han hecho una carrera de imitar a celebridades como Sergio Cortés, doble de Michael Jackson. Sin embargo, estos parecidos físicos se han usado también con una motivación política. Este fue el caso de Meyrick Edward Clifton James durante la Segunda Guerra Mundial.
Clifton James caracterizado. Fuente: Wikimedia Commons
Clifton James nació en Perth (Australia) en 1898. Sirvió en el cuerpo de fusileros reales en la Primera Guerra Mundial, participando en la Batalla de Somme. Después de la guerra, hizo sus pinitos como actor para el empresario teatral Fred Kamo, que había sido en parte responsable del éxito de Chaplin. Su carrera profesional, sin embargo, no duró mucho, ya que pronto estalló la Segunda Guerra Mundial y James se alistó voluntariamente.
Su deseo era ser contratado en la ENSA (Entertainments National Service Association), organización creada para proporcionar entretenimiento a las fuerzas armadas aliadas de Gran Bretaña durante la guerra. A pesar de su experiencia como actor, se le comisionó como teniente segundo en un cuerpo encargado de administrar los aspectos financieros del bando británico. Finalmente, le trasladaron a Leicester y fue allí donde, en 1944, siete días antes del Día D, un teniente coronel se dio cuenta del increíble parecido entre James y el mariscal de campo Bernard Montgomery mientras hojeaba las fotografías de un periódico.
Este parecido no era novedad, James ya había rescatado una obra de teatro que no estaba teniendo éxito saliendo a escena como si fuera Bernard Montgomery. Pero cuando las altas esferas militares se dieron cuenta, le llamaron a Londres bajo el pretexto de que participase en una película que se iba a grabar. La emoción de James al pensar en que su carrera cinematográfica iba a despuntar se tornó agria cuando le explicaron que en realidad le habían convocado para algo distinto. Según los rumores, James rompió a llorar pensando que habían descubierto su secreto: era bígamo. Por fortuna para él, el asunto era totalmente distinto.
Se trataba, en realidad, de que James diera vida al mariscal Montgomery, del que ya había hecho de doble antes, pero en este caso la finalidad no era divertir al público sino engañar a los nazis. La idea venía de la película Cinco tumbas al Cairo, que se había proyectado por primera vez ese mismo año. James debía hacerse pasar por el mariscal y viajar a Gibraltar y a África para dejar caer algunas pistas sobre un supuesta invasión al Sur de Francia. Según el plan, conocido como Operación Copperhead, los alemanes no esperarían un desembarco inminente en Francia mientras el mariscal estaba viajando por el Mediterráneo y no estarían preparados para el ataque.
M. E. Clifton James, fotografía colorizada. Fuente: Paul Kerestes
Para poder interpretar su papel correctamente, James tuvo que aprender a hablar como lo hacía Montgomery, ocultando su acento australiano y fingiendo uno británico. Seguramente su pasado como actor le fue de utilidad. James, además, había perdido un dedo de la mano derecha en la Primera Guerra Mundial y le hicieron uno prostético. Lo más difícil para James, sin duda, fue el permanecer sobrio y dejar de fumar, ya que el mariscal de campo estaba en contra de ambos vicios y no bebía más que té.
El 25 de mayo de 1944, James, disfrazado como Montgomery, viajó en el avión privado del presidente Churchill hacia Gibraltar, donde mencionó un supuesto "Plan 303". La Operación Copperhead surtió efecto ya que la inteligencia alemana mandó espías para enterarse de en qué consistía este plan. De Gibraltar, el doble de Montgomery voló a Argel, donde llevó a cabo numerosas apariciones públicas y allí mencionó que el Plan 303 tenía que ver con la invasión del Sur de Francia. La operación finalizó antes de lo previsto, quizá por que se consideraba que había resultado un éxito o bien porque circulaban rumores de un Montgomery borracho y fumando en Gibraltar. Cuando se estimó que la información había llegado a los nazis, se trasladó a James a El Cairo, donde permaneció protegido hasta que pasó el desembarco de Normandía. Después de cinco semanas, volvió a su puesto habitual.
El plan, al final, no fue un fracaso pero tampoco un éxito. Es cierto que la información llegó a los espías alemanes, pero los Aliados habían recurrido muchas veces a fraudes de este tipo y los nazis no le dieron demasiada importancia. Parece que las noticias del Plan 303 ni siquiera llegaron a los puestos altos de la jerarquía militar alemana. Algunos soldados nazis capturados reconocieron que se imaginaban que se trataba de un engaño.
Cartel de la película "I was Monty's double", en la que actuó el propio Clifton James. Fuente: Nostalgiacentral
En cuanto a James, cuando terminó la guerra, no encontró trabajo en el mundo del espectáculo, por lo que se quedó desempleado, pagando las pensiones de sus dos hijos con el dinero del paro. Su situación mejoró en 1954, cuando el actor escribió el libro "I Was Monty's Double" ("Fui el doble de Monty") y se filmó una película inspirada en él. Hizo algunos cameos en el cine y salió en algunas películas como actor secundario. Escribió varios artículos explicando su experiencia en la Operación Copperhead. Murió en 1963 con 65 años habiendo vivido una de las más extrañas carreras en el mundo del espectáculo.
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